El parquet, el suelo laminado y la tarima. Los suelos de madera son una de las opciones de moda en el diseño de interiores. Clásicos revisitados desde la vanguardia que conectan con la tradición arquitectónica y artesana. Pero a la hora de decidirse por un tipo de suelo de madera puede resultar confuso escoger una opción concreta si no se conocen las diferencias entre los diversos tipos de pavimentos de madera.
Tanto si estás pensando en renovar la apariencia de tu hogar o tu local como si estás construyendo el proyecto de tus sueños, si los suelos de madera son una de tus opciones, sigue leyendo para saber más sobre este tipo de pavimentos.
A continuación, te mostramos las principales diferencias entre parquet, suelo laminado y tarima.
Empezaremos por definir uno a uno los tipos de pavimiento de madera para que, con toda la información disponible, puedas escoger el que mejor se adecúe a tus necesidades.
Una de las principales diferencias es que los dos primeros, parquet y suelo laminado, hacen referencia al tipo de material con el que se realiza la instalación mientras que la tarima es el método mediante el cual se instala el pavimento sobre el suelo. Para saber un poco más sobre cada uno de estos términos, aquí te damos unas breves definiciones.
El parquet es un pavimento de madera que suele ser macizo, compuesto de una sola pieza de madera, o bien puede ser multicapa. La capa superior del parquet de madera suele tener al menos un grosor de 2 / 2,5 mm.
En los casos de parquet multicapa (o llamado parquet flotante), cada pieza se compone de una capa superior de madera maciza. Esta última está colocada encima de una capa de núcleo, la cual puede estar compuesta de diferentes materiales y éstos deben aportar estabilidad al pavimento.
La diferencia entre el parquet de madera maciza y el parquet multicapa es que el primero, a priori, permite que sea posible lijar y acuchillarla más veces de las que lo permite un parquet multicapa, en el que esto dependerá del grosor de la capa superior de uso.
El segundo tipo de pavimento que presentamos es el suelo laminado. Se trata de placas formadas por varias capas de diferentes materiales. La capa superior está elaborada con material transparente y resistente al desgaste, normalmente melamina prensada. Por lo general, esta tiene un acabado que emula las texturas y colores de la madera, consiguiendo un acabado muy realista.
En las capas inferiores, el cuerpo está formado por una capa de refuerzo, la cual se encarga de equilibrar el resto de láminas. Algunas de las desventajas de este tipo de suelos es que al no ser de madera no permite ser lijado ni barnizado, como sí podríamos hacer con el parquet.
La gran ventaja del parquet es que además de aportar calidez al lugar donde se instala es ecológico y saludable ya que contribuye a regular la humedad ambiente Además, cualquier estilo es fácil de combinarse con el parquet sin que resulte un choque antiestético. De la misma manera que puede ayudar a crear un estilo rústico, también es capaz de construir un estilo elegante, clásico o moderno.
Otra ventaja destacable es el hecho de que el parquet está hecho de madera natural y viene disponible en gran variedad de tonos y maderas. Aunque el roble, con infinidad de acabados, es una de las múltiples opciones entre las que podemos elegir. Destacamos que se trata de un tipo de suelo duradero, que con un mantenimiento adequado es de por vida.
Algunas ventajas de los suelos laminados son muy conocidas: la increíble variedad de diseños y estilos o su facilidad de instalación. También destaca su durabilidad y el hecho de que se puede instalar sobre muchas clases de subsuelo.
No es necesario tener un suelo concreto para poder realizar una instalación de suelo laminado. Será suficiente con que esté seco y nivelado. Se puede instalar sobre cemento, granito, vinilo, maderas, etc.
También es importante destacar que el día que decidamos sustituirlo o volver al subsuelo original, al ser una instalación flotante, es prácticamente inmediato. Además, su limpieza y mantenimiento son tareas sencillas, una simple mopa o la aspiradora son más que suficientes para el mantenimiento diario.
El parquet o la tarima flotante, entre otras ventajas, antes destacadas, destaca que su instalación es sencilla, rápida y se puede realizar sobre cualquier tipo de suelo preexistente. Si estás realizando reformas y quieres cambiar el pavimento del inmueble, la tarima flotante es una genial forma de revestirlo todo de madera con múltiples opciones para tu presupuesto.
La instalación de tarima flotante requiere de una intervención mínima, sin escombros ni residuos apenas. Primero se coloca una capa de material aislante, como por ejemplo espuma de polietileno, sobre toda la superficie a cubrir con tarima flotante.
En caso de que exista algún tipo de desnivel en el suelo es importante compensarlo con algún tipo de pasta niveladora para suavizarlo. Una vez aislado el suelo se puede empezar a encajar las piezas de tarima flotante encima del mismo. Para fijarla instalación, se pegarán los zócalos a la pared.
Como puede verse, la instalación de tarima flotante es un proceso de lo más sencillo y rápido que apenas genera residuos. No es necesario tener un suelo concreto para poder realizar una instalación de un suelo flotante. Será suficiente con que esté seco y nivelado. Se puede instalar sobre cemento, granito, vinilo, maderas, etc.
Si tú también sientes pasión por la madera y quieres que este material sabio, noble, legendario y poderoso sea la base de las estancias de tu vida, ponte en contacto con nosotros. Launión ideal entre el ser humano y la naturaleza gracias a los suelos de madera.
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