La limpieza, factor clave en la limpieza de parquets

El parquet es un tipo de suelo que requiere una serie de cuidados para que su estado se encuentre en perfectas condiciones. Sin embargo, el mantenimiento de parquets es una de las tareas más difíciles de llevar a cabo ya que, aunque se tiene que realizar en profundidad únicamente cada diez o doce años, los pequeños gestos diarios son los que cuentan.

Las lesiones más peligrosas en un parquet son las ocasionadas por roces de partículas de tierra y gravilla. Por eso, una de las recomendaciones para el mantenimiento de parquets es descalzarnos y no pisar el suelo con zapatos de calle. En este sentido, es recomendable colocar alfombras y felpudos. 

Además de vigilar con las rozaduras, también hay que evitar golpes con el mobiliario o que los rayos de sol no caigan directamente sobre el parquet. Si el sol toca el parquet durante mucho tiempo provocará un deterioro paulatino de la superficie de madera. 

También es importante vigilar los periodos ambientales ya que, durante periodos secos hay que aportar humedad al parquet mientras que, en los periodos más húmedos, hay que ventilar el espacio. Además, debemos limpiar el suelo frecuentemente con una mopa o trapo seco, nunca con productos que contengan ácidos, ceras o siliconas. 

Técnicas para conservar el parquet

Como hemos dicho, con pequeños gestos podemos ayudar a un correcto mantenimiento del parquet. No obstante, existen una serie de técnicas para la conservación del parquet de madera: 

• Acuchillado, barnizado y pulido de parquets

• Abrillantado y encerado de suelos

• Restauración y reparación de parquets antiguos

• Reposición de piezas dañadas

• Tratamientos de teñido en pavimentos y revestimientos de madera

• Servicio de mantenimiento periódico de parquets domésticos e industriales

Tipos de limpieza según el suelo

Cada parquet tiene unas características y propiedades diferentes, por eso, el mantenimiento y limpieza de cada parquet dependerá directamente del tipo de suelo que tengamos. 

Parquet de madera, tarimas flotantes y encolados 

Los parquets de madera natural se pueden restaurar con los años, es decir, volver a pulir y barnizar para que queden como el primer día (siempre que su capa noble lo permita). Este tipo de suelo se tiene que fregar cada cierto tiempo, de esta manera podremos refrescar la madera y que no se reseque. 

Para su correcto mantenimiento es recomendable utilizar humidificadores para que la madera no se reseque cuando utilizamos el aire acondicionado o la calefacción. No se pueden usar productos que contengan ceras ya que dan muchos problemas en el proceso de restauración. 

Suelos sintéticos, laminados y vinilos

Los suelos sintéticos no se pueden pulir o barnizar. Son más duros que los de madera natural y necesitan menos mantenimiento, pero cualquier ralladura puede suponer un problema ya que no se puede volver a dejar como nuevo. 

No es recomendable fregarlos, hay que protegerlos con líquido renovador. No se deben utilizar productos con alto contenido en ceras, porque el laminado es incapaz de absorberlo y acabarán dejando manchas. 

Tarimas exteriores de madera y sintéticas

Las tarimas exteriores de madera natural se pueden restaurar de la misma manera que el parquet interior, pero con la diferencia que, en lugar de utilizar barniz, se utiliza aceite especial para exteriores. 

Necesita un mantenimiento más exhaustivo y ser aceitado con productos especiales para exteriores como mínimo una vez cada seis meses. Además, hay que fregarlo cada cierto tiempo porque, si no llueve, puede llegar a resecarse. 

En cambio, las tarimas sintéticas de exterior no se pueden restaurar, así que en caso de que aparezca alguna imperfección lo único que se puede hacer es cambiar las lamas afectadas. Es recomendable aplicar limpiadores especiales. 

El proceso de fregado

Para mantener el parquet en buen estado, es necesario aspirar y fregar habitualmente. Sin embargo – y como hemos dicho anteriormente – el proceso siempre dependerá del tipo de parquet que tengamos. 

Por norma general, siempre es mejor limpiar el parquet con agua tibia. La madera está viva, se expande, se contrae y, en definitiva, se modifica con el tiempo. Por eso es importante utilizar agua a temperatura ambiente. Además, tenemos que escurrir la fregona ya que, si empapamos el parquet de agua, la madera la va a absorber y se podría dañar

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el parquet encerado no se puede fregar sólo con agua, hay que añadirle un producto nutriente ya que de esta manera no se eliminará la cera protectora.

Cómo eliminar daños y recuperar el color

Normalmente los arañazos que vemos en el parquet están en la capa de barniz o franjas brillantes, por lo que las tablas no llegan a dañarse. Sin embargo, si queremos recuperar el estado anterior del parquet, tendremos que repararlo con un nuevo proceso de acuchillado, barnizado y pulido. 

En cuanto a la decoloración del parquet, esta se produce con el transcurso del tiempo y acaba siendo inevitable. Sin embargo, si tratamos el suelo encerado con un jabón natural nutritivo mantendremos el color original del suelo durante más tiempo.

Por otra parte, se debe tener en cuenta que no podemos dar color con cera en un suelo barnizado, ya que la capa de barniz recubre el suelo herméticamente. Si queremos retocar el color, es necesario pulirlo. 

Luchar contra el desgaste del parquet

En las zonas más transitadas puede producirse el desgaste del parquet y, en consecuencia, una ligera decoloración. Para recuperar el color podemos limpiar el suelo con agua y jabón y un cepillo duro. Así podremos retirar la cera y aplicar otra vez una nueva capa. 

Con el tiempo, no sólo los suelos de parquet pierden color, también se van oscureciendo. Si el parquet es oscuro o negro, el efecto será menor ya que tendrá más pigmento. Hay que tener en cuenta que la pérdida de color se percibe más en parquets claros. 

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