Todos nos merecemos una segunda oportunidad y nuestro parquet, también. Con el transcurso del tiempo, suelen aparecer manchas, rasguños o irregularidades en nuestro suelo de madera, por eso la técnica de acuchillar el parquet es imprescindible ya que así podemos restaurar la madera, el barniz o el acabado.
El proceso del acuchillado consiste en lijar la capa deteriorada del parquet para retirar el barniz antiguo, así como arañazos o suciedad acumulada con el tiempo. Cuando lijamos el parquet, lo que hacemos es nivelar las irregularidades de la capa superficial hasta conseguir restaurar el suelo.
Actualmente, para acuchillar el parquet se utiliza una maquinaria moderna y compleja. Las lijadoras empleadas tienen un sistema de aspiración especial para absorber todo el polvo y virutas de madera producidas durante el proceso. Por lo tanto, siempre es recomendable poner este proceso en manos de profesionales del parquet.
El objetivo del acuchillado es que no queden arañazos, marcas o manchas y tengamos una superficie nivelada y pulida. El aspecto final del parquet debe ser homogéneo, sin imperfecciones, y que las zonas más delicadas (bordes y peldaños) se encuentren también en correcto estado.
Se recomienda acuchillar el parquet cuando el barniz, o los aceites que se hayan utilizado para proteger el suelo, se encuentren deteriorados. Normalmente, este deterioro es provocado por los rayos ultravioletas, que a su vez afectan a la madera cambiándole el tono y el color. Otros factores que también se tienen que tener en cuenta son las manchas por contacto con el agua o la pérdida de adhesión de la cola.
El acuchillado hace referencia al método manual con el que se retiraba la capa dañada de la madera utilizando cuchillas o rasquetas. Esta técnica para acuchillar el parquet tiene sus orígenes en los maestros ebanistas que renovaban los suelos de parquet deteriorados por el paso del tiempo.
La antigua técnica de acuchillar el parquet dista mucho de la maquinaria que tenemos en la actualidad. El proceso consistía en quitar la capa de barniz a mano, con utensilios de metal, para poder lijarla hasta eliminar todas las manchas o marcas que pudiera tener. Posteriormente se enceraba o aceitaba y, según las demandas del cliente, se tintaba para cambiarle el color.
La posición, tamaño de la superficie y el tiempo requerido para llevar a cabo todo el proceso de manera manual, hacían que este trabajo fuera muy duro y artesano. Por eso, con el transcurso de los años y la llegada de la electricidad, se fabricaron las primeras máquinas de lijado que facilitaron el trabajo de los acuchilladores.
Con el paso del tiempo, la maquinaria evolucionó hasta las máquinas de lija continua, adaptables a las irregularidades del suelo. El trabajo manual del acuchillado quedó reducido únicamente para zonas inaccesibles con las máquinas, como esquinas y marcos.
Finalmente, la llegada de barnices, ceras y aceites facilitó la creación de las lijadoras rotatorias, muy similares a las que se usan en industria, pero adaptadas al parquet. Con estas máquinas se lograron unos acabados más finos y uniformes.
De la misma manera que los trabajos del acuchillado han evolucionado, también lo han hecho los tipos de suelos que se pueden acuchillar. Por norma general, los únicos suelos aptos para este proceso son los de madera.
Suelos flotantes, como la tarima, pueden acuchillarse siempre que estén compuestos con materiales de calidad. Por ejemplo, de madera maciza como el roble, cedro, pino o nogal. También hay que tener en cuenta que el parquet flotante, o tarima flotante de madera natural, deberán tener el suficiente grosor para poder soportar el acuchillado.
Otro factor clave es el estado en el que se encuentre el suelo, porque un suelo que esté en muy mal estado puede no ser apto para acuchillar. Otros tipos de suelo que no se pueden acuchillar son los laminados, ya que son artificiales.
En el proceso de acuchillar el parquet intervienen una serie de factores clave; el lijado y el barnizado:
El mantenimiento de parquet es una de las tareas más importantes para conservar nuestro parquet de madera en buenas condiciones. Este mantenimiento dependerá del tipo de acabado:
Desde Parquets Nadal ponemos empeño en todo lo que hacemos. Sabemos que acuchillar el parquet no es un procedimiento fácil, por eso garantizamos un servicio eficiente a través de nuestra experiencia y empatía que nos caracteriza. La madera siempre ha formado parte de nuestra historia y se ha adaptado a los cambios que hemos vivido, y queremos que siga siendo así.
Cada parquet cuenta una historia diferente ya que los suelos de madera sirven de vínculo entre las personas y la naturaleza. A través de las huellas que dejamos y a partir de los momentos que vivimos, la madera siempre forma parte de nuestro hogar e, incluso, de nosotros mismos.
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