El uso de parquet en nuestros hogares, en oficinas, en restaurantes, en hoteles, en centros comerciales, en interiores o en exteriores, en todo el espacio o en determinadas estancias, como motivo decorativo o como absoluto protagonista… En cualquiera de sus modalidades, el parquet representa la unión completa entre la naturaleza y el ser humano.
Los pavimentos de madera se caracterizan por mostrar vida, calidez, fuerza y personalidad. Actualmente, contamos con infinidad de diseños y modalidades que se adaptan a todos los estilos, gustos y personalidades. Por esta razón, al igual que cada persona es única e inconfundible, cada parquet también lo es.
Además de su gran personalidad, los pavimentos de madera se caracterizan por su durabilidad. Fuertes y resistentes, son capaces de otorgar un valor añadido a la estancia a la cual acompañan.
Está formado por una capa superior o capa noble de madera, pegada a una o varias capas de madera, contrachapado o aglomerado, y puede tener distintos acabos.
La confección de diseños especiales no tiene límites. Además de la creatividad del diseñador o diseñadora, las empresas especializadas nos proporcionan infinidad de creaciones: cenefas, medallones, centros decorativos, entre muchas otras.
Compuesto de tablillas macizas de diferentes formatos que se instalan una a una formando diferentes diseños: lineales, espigas, dameros, industrial, etc.
Formando figuras geométricas, réplicas de la grandeza de los suelos de madera de época renacentista y barroca. Todavía hoy se pueden observar en palacios, castillos, museos e infinidad de casa señoriales que han perdurado en el tiempo.
Pavimento de madera formado por tablas macizas machihembradas por todo su perímetro. Los formatos de la tarima son variables, desde 50 a 300cm de longitud con anchos de entre 5 y 20cm y con gruesos de entre 15 y 25mm.
El parquet presenta una serie de características curiosas. En primer lugar, la madera destaca por su durabilidad y, con un cuidado adecuado, dura muchos años por lo que pasa a ser una parte vital del espacio. Muy probablemente, seríamos incapaces de imaginar otro tipo de pavimento para un espacio que ha estado acompañado históricamente por un parquet.
En cuanto a la colocación del parquet, existen mayoritariamente dos sistemas: flotante y encolado. Este último se instala mediante cola al suelo y su diseño aparte del tradicional le permite seguir un dibujo determinado. En cuanto al parquet flotante, se coloca encima de una subbase como si fuera un puzle, encajando las diferentes piezas encoladas entre sí o con sistema clic.
Por último, quizá te parece curioso saber que existen parquets que se elaboran con las maderas sobrantes de la fabricación de instrumentos de música: hablamos del ébano y del sándalo africano. Para los melómanos, éste puede ser un detalle de gran interés.
En la actualidad, el uso de parquet para nuestros suelos es una de las tendencias de moda, pero debemos recordar que este uso de la madera se remonta años atrás. Se calcula que la madera ya era un material con el que se creaban suelos para protegerse de la humedad y del frío unos 3.000 años a.C. Los historiadores sitúan esta forma de elaborar pavimentos en la época de los egipcios, los griegos y los vikingos y es que, la utilizaban en barcos, viviendas y templos.
No obstante, no es hasta la Edad Media cuando aparece el parquet propiamente dicho. Este material estaba presente en castillos y casas de clases pudientes donde, con el tiempo, empezó a ser habitual observar suelos elaborados con maderas procedentes de árboles de todo tipo: roble, haya, castaño, encina, fresno, cerezo, peral, entre otros.
A partir del 1600 empieza a haber una cierta profesionalización del sector, con trabajos más simples, las primeras tablas clavadas en el suelo. Los modelos eran todavía escasos, pero aun así en las casas ricas del viejo continente se empieza a preferir el parquet al ladrillo, el mármol o la cerámica.
Durante el Renacimiento, la influencia del uso de madera en espacios de renombre como el castillo Vaux-le-Vicomte, cuyo parquet en roble diagonal data del reinado de Luis XIV de Francia, el Palacio de Versailles, Maisons Laffitte (parquet en mosaico), el Castillo de Fontainebleau o el Castillo de Chantilly ha sido tal que hoy en día se siguen usando los términos “parquet Versailles”, “parquet en mosaico” y “parquet Chantilly”, entre otros, recordando las formas de estos suelos.
En los siglos XVII y XVIII su éxito abrió las puertas a la incorporación de otros materiales como nácar o marfil, para embellecer de forma novedosa los suelos y darles un toque adicional de distinción.
Poco a poco, el parquet fue asequible para la burguesía gracias a la aparición de formatos más sencillos como «Punta Hungría» o espiga. El siglo XX sin duda marcó un antes y un después en la historia del parquet, porque la accesibilidad de este material fue aumentando.
En la actualidad, el parquet ha logrado un gran reconocimiento por diversas razones, pero especialmente porque la madera para pavimentos y construcción está considerada una apuesta sostenible, de futuro y con grandes posibilidades en cuanto a diseño y decoración.
En Parquets Nadal trabajamos la madera siempre desde la conciencia y el amor hacia la tradición, así como desde el compromiso con la innovación. Con más de 40 años de experiencia, te ofrecemos un servicio de calidad, acompañándote a lo largo de todo el proceso: te proporcionamos el parquet ideal para tu proyecto y, en caso de que lo necesites, te asesoraremos, te ayudamos a instalarlo y te ofrecemos servicio de mantenimiento y de restauración.
Si tú también sientes pasión por la madera y quieres que este material sabio, noble, legendario y poderoso sea la base de las estancias de tu vida, ponte en contacto con nosotros. La unión del ser humano y la naturaleza gracias a los suelos de madera.
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